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sábado, octubre 27, 2007

Blasfemia



Chico... chico... chico que hiciste? qué pensaste?
Se llamaba Patética y era su vida un desierto. Le decían Pat, amaba a Jesús más que a su puta vida, más que a su perra madre y más que a la virgen.
Cuando la conocí una noche de ilusiones y luz de luna, ya hace varios años, en un parque cómplice de todo tipo de amor, nos sentamos junto al obelisco central, ambos nerviosos, ambos jóvenes, ella linda y yo un desgraciado, al querer besarla me dijo que aunque le gustaba no podía corresponder ni mis besos ni mis ilusiones o esperanzas hacia ella, se dio la vuelta y me dijo que estaba enamorada de Jesucristo.
Di un suspiro desalentador y mire las plantas del parque, había un cartel que decía "No me maltrates" sobre unas flores. La miré nuevamente y estaba con los ojos cerrados y la cabeza gacha, sus labios se movían como si murmurara.
La tome de los hombros y la bese en el cuello violentamente, beso tras beso, mi lengua rozaba su cara, ahora sus labios, su mirada perdida, yo me convertía en animal, sus ojos abiertos como los de una lechuza me pedían POR FAVOR, sabía que la necesitaba, pero ella no a mi.
La tire al suelo y la viole mecánicamente, sin amor, sin temor, con rencor y con alguna mirada frontal y con otra mirada de odio. La mire fijamente hasta hacerla mia en unos minutos y ella entumecida de la sorpresa no soltó siquiera un murmullo, sus labios se movían como rezando, talvez maldiciéndome, no me importaba, me había enamorado y contra Jesucristo no tenia chances. La tomé.
La quise, ahora la odiaba.